jueves, 21 de septiembre de 2017

Por el Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad

Hace unos días Alejandro Sanz se consideró, por escrito, “gaditano nacido en Madrid” pidiendo a la UNESCO declarar el Carnaval de Cádiz Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad definiéndolo “un tesoro cultural, una oda al pensamiento, el deporte olímpico de un pueblo humanista”.

He oído a lo largo de los años muchos comentarios velados sobre el Carnaval de Cádiz, desde el típico comentario de “es que no los entiendo” a “solo dicen cosas groseras” y yo defiendo que si no los entiendes es porque no has puesto la suficiente intención en comprender, y las groserías son la irreverencia contra lo establecido que se resume en la frase tan gaditana de que “el pueblo que canta sus males espanta”.

Mi experiencia personal con el carnaval va desde los siete años en que los Combois da pejeta, chirigota que me dejó durante horas clavado a la tele, me hiciera ver los colores, el humor, la alegría de esta fiesta que se fue sucediendo posteriormente con Los príncipes encantados, el que la lleva la entiende, Caimán, Los lacios, Los bordes del área y poco a poco fueron permitiendo entrar las letras de El brujo, La trinchera, El vapor, Los piratas para que el veneno del Carnaval me atacara ya en plena juventud entrado en la sangre con los Yesterday, La niña de mis ojos, Los ángeles caídos,…

Pocos aseguran que le gusten los coros pero no hay como pasar un domingo de Carnaval viéndolos en la Plaza Mina, luego recorrer las callejas del Barrio de la Viña escuchando en cada esquina a las “ilegales” y terminar el día viendo morir el sol en la playa de la Caleta con las barquillas durmiendo en la arena y el castillo de Santa Catalina recortando el naranja del cielo al fondo y a la vuelta pasar frente al increíble Teatro Falla, poderoso guardián de coplas.

Hay mucha mitología detrás del Carnaval, todo un universo, pero puedes empezar a disfrutar cualquier copla, las más conocidas y dejarte aconsejar y sobre todo dedícale tiempo a escuchar, déjate llevar por unos disfraces de fantasía como la caracterización de Los Irracionales, o el siempre irreverente Juan que atravesó fronteras televisivas, escucha esos punteos imposibles de guitarra de Pacoli, Suso o Guille, y por favor no sabrás completamente de que te hablo si no escuchas alguna de las mejores letras de Martinez Ares, Juan Carlos Aragón o Tino Tovar.

Si te consideras culto, si crees que eres inteligente, te gusta el espectáculo, la música y la poesía no tienes razón para no adorar los Carnavales de Cádiz que pone en pie toda una maquinaria cultural cada año por febrero renovando sus disfraces, sus coplas, su música pero nunca su esencia.


Algunas veces, para un gaditano en el exilio es la voz más cercana que puede oír cuando te encuentras mal, a veces los guiños a esa tierra de luz y de sal es la mejor medicina para continuar adelante y soñar con volver el próximo febrero y quedarte para siempre encerrado en sus estribillos eternos...


Para ir abriendo boca esta letra sin ir más lejos aún me hace saltar las lágrimas cada vez que vuelvo de vacaciones...

viernes, 8 de septiembre de 2017

Las cloacas del Alma

Cae el sol, vuelven las interminables montañas de quehaceres que el verano aparcó en el último rincón de su memoria, vuelven las mismas oscuras golondrinas de otros otoños y empezamos a ver el túnel. Aunque sepamos que al final hay una luz solo vemos el túnel, y el invierno esta llegando con sus caminantes blancos pegados a sus móviles, inertes, retazos descuidados y metálicos de un collage de hojas caídas.

Dicen que no hay roca perfecta, que hasta la más perfecta manzana puede estar podrida por dentro sin duda aparente, pero… ¿Quién consigue ver a través de las ventanas de otros? ¿Quién aprende en cabeza ajena? Es tu camino, es tu maleta y tu cajón desastre y aquí hemos venido a jugar, a hacer lo que mejor sabemos, y para ello no podemos quedarnos mirando dulcemente como otros se llevan los pasteles a la boca, hay que buscar todos los ingredientes y hay que amasar la mezcla.

¿Y la receta? Toma nota, un par de mudanzas ayudan a valorar y desprenderse de lo innecesario, un viaje donde todo lo necesario te quepa en un mochila (y no estoy hablando de tumbarse en un resort), volver a una zona de confort donde Nadie ni nada te haga ser o sentir culpable, un abrazo tierno y sincero sin alardes de fuerza, una cena donde solo se proyecte sobre cosas que te gustaría hacer (sin dejar paso a la autocrítica y a los problemas cotidianos que pueblan y negativizan las conversaciones), y si eso aún no ha sido suficiente para vaciar tu organismo de cuerpos extraños (corpus alienum) un baño caliente de veinte minutos donde sumerjas todo el cuerpo bajo el agua y te dejes sentir. Somos agua, escúchate.

Algunos dirán, es muy fácil largarse, es muy fácil no afrontar los problemas de cara. Hay que afrontarlos, no estaría hablando de ello si no supiera que tú que lees esto, estés soportando el nauseabundo olor que desprenden las cloacas del Alma, porque haya gente que no te entiende, porque no terminen de salirte las cosas bien, porque ya no puedas más y quieras dejarlo todo. Solo te levanto una tapa, te tiendo una mano, para señalarte que la prioridad es conocer tus límites, que los reconozcas y los ilumines. Que no hay mayor fortaleza que conocer tus debilidades, que no hay mayor pasión que hacer Humor de un árbol caído, y para nada encender grandes hogueras.

Que no hay mayor signo de sabiduría que callar, que no hay mejor conversador que el que oye y que no vas a llegar antes al lugar que te propones corriendo más, porque las utopías son como los horizontes, por más que avances hacia ellas, ellas seguirán alejándose igual de rápido y lo único que hay entre tú y ellas es una gran masa de Tiempo.

Dicen que la única manera de retar al Destino es salirse del círculo, cuando el deber te empuja hacia el pozo de tus desastres, la mejor fuerza es la que no haces, dejar de empujar y desbloquear el paso para que el Tiempo se caiga de bruces, a tu lado, para que termines entendiendo que no es más que un perrito faldero que está buscando la manera de divertirse contigo.

Cuando estemos preparados para salir de nuestro eterno retorno (cada cual que estudie su pasado y sus antepasados y lo comprenderá) podremos cambiar el aura de nuestro destino, y seremos lo que queramos ser y no lo que nuestros hados nos deparan, lo que se espera de nosotros y comprenderemos que la vida tiene una serie de tuercas y engranajes que nos ayudan a hacerla un poquito más emocionante.


Esto no es ni más ni menos que una declaración de amor fati (amor al Destino) y una zambullida más por las cloacas del Alma, donde se posa todo lo que en cada viaje, en cada mudanza, nos permitimos el lujo de dejar ir, para volvernos un poco más livianos, un poco menos ruines.